Aviso:

Algunas de las historias que escribiré pueden contener contenido calificado "Para Adultos", si lo lees sin ser mayor de edad será bajo tu propia responsabilidad...

MIS OBRAS

Algunas personas ayudan a compartir las historias que gente como yo realizamos, poniendo los enlaces de descarga en sus propios blogs. Si eres uno de ellos, por favor, recuerda siempre añadir quien es el autor de la obra.
Gracias!

domingo, 11 de abril de 2010

Moonlight Capitulo 14

Capitulo 14

Tres pares de ojos se abrieron sorprendidos. Ninguno había reparado en ella hasta que tosió e hizo el anuncio.
-Giselle, ¿qué quieres decir?
-Digo que quizás sepa cómo se abre el portal de esa cueva de la que estáis hablando. Mejor dicho que creo saber cuando. Realmente me habéis dejado impresionada con lo de que llegasteis aquí a través de un portal mágico, pero si es verdad no habéis reparado en una cosa, el calendario.
Se volvieron hacia el que estaba colgado en la pared. Optimus no la había entendido porque Giselle había estado hablando en su idioma natural, pero Valiant procuraba explicarle todo nada más ella terminaba de hablar y también se acercó hasta la pared, todo curioso.
Estuvieron un rato mirando, tratando de ver lo que ella había visto sin conseguirlo.
-¡Hombres…!- Giselle se desesperó- Este día es el que llegasteis aquí,- señaló con el dedo la primera cruz tachada- y este es el día que ha llegado Optimus. ¿Lo entendéis ahora?- todos negaron y eso la hizo suspirar muy fuertemente antes de proseguir- Chicos, la única conexión que he encontrado es que habéis aparecido el primer día de luna llena. Tiene que ser eso.
A todos se les quedo una cara de esas de “Ah, ahora sí, es normal que fuese por eso”, casi les faltaba decir que habían estado ya a punto de haberlo visto.
Valiant dio un par de pequeñas vueltas en circulo, sopesando- Quizás deberíamos de acercarnos esta noche para comprobar si está abierto durante toda la fase lunar o si solo se abre el primer día.
Savage dio una palmada sonora, frotándose enérgicamente las manos después- Pues está decidido. Esta noche iremos a comprobar. Tengo ya ganas de ir de caza, Oliver lleva mucho tiempo suelto haciendo de las suyas. Tenemos que llegar antes de que Oliver sea nombrado rey o no tendrás oportunidad de recuperar lo que es tuyo por derecho de nacimiento.
-No tengas tanta prisa, no sabemos con seguridad si está o no abierto el portal, y debemos prepararnos para poder entrar. Haré una lista con las cosas que podrían sernos útiles para comprarlas.- Cogió suavemente del brazo a Giselle , y la condujo a otra habitación.- Giselle, déjame dinero para que compre lo necesario, por favor. Cuando haya logrado volver a mi casa te lo devolveré con creces. Es mucho lo que te debo por haberme ayudado.
Giselle se puso instantáneamente seria, con ojos entristecidos.
-Claro. Cuando sepas qué necesitas te lo doy o te acompaño a comprarlo.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué de pronto estas triste?
Giselle se giró hacia la pared, acariciando nerviosamente el filo de la cortina floreada del salón.- Si consigues entrar en el portal volverás a tu casa… y ya no te veré más, ¿verdad?- se giró para enfrentarlo- ¿Es eso lo que vas a hacer?
Valiant quiso acercarse a ella, pero ella lo frenó con la palma de su mano puesta en su pecho.- ¿Por qué no me has dicho nunca lo que eres realmente? ¡Por Dios, Valiant! ¡Eres un príncipe! Yo te conté mi secreto y tú nunca me explicaste por qué estabas aquí hasta que Optimus apareció.- Se giró de nuevo hasta la cortina, pues no se sentía capaz de decirle lo otro que había pasado por su mente mirándole a los ojos.- Estoy segura de que te irás, tendrás a alguien allí esperándote, te habrán escogido ya a una bella mujer, preparada para gobernar contigo, y has estado tonteando conmigo para que no te echara de mi casa.
Valiant abrió la boca por la sorpresa. Aunque ella lo había frenado se acercó por detrás para abrazarla tiernamente y poder susurrarle al oído, algo que sabía muy bien que a ella le gustaba.
-Tonta mujer… No hay ninguna mujer esperándome, solo existes tú para mí. No he querido estar con nadie desde hace mucho y solo tú has conseguido que despertara de nuevo mi sexualidad, de una forma que nunca había sentido. Eres parte de mí como yo de ti y te quiero con todo mi corazón y mi alma. Tú serás mi reina en mi hogar cuando haya conseguido derrotar a mi primo. Y con respecto a lo otro, no te dije nada por miedo a que no me hubieses creído y pensaras que quería burlarme o aprovecharme de ti.
El corazón de Giselle se saltó un latido. Le había dicho te quiero y no se lo podía creer, le parecía todo demasiado irreal que alguien tan atractivo como él quisiese ser de ella. Siempre se menospreciaba frente a otras chicas exuberantes. Se giró rápidamente para echarse en sus brazos.
-¡Oh Valiant! Yo también te quiero y no quiero perderte. Eso de que os vayáis me asusta mucho. ¿Y si tu primo consigue atraparte?
-Eso nunca pasará, debo vencer si quiero llevarte a mi casa. Y también está Nínice, mi hermana pequeña, la pobre debe estar pasándolo muy mal con todo esto.
April llegó hasta la casa de Giselle para ayudarle a hacer la comida y trajo también ropas que había comprado para Optimus.
Giselle la presentó debidamente y April dijo una pequeña frase a modo de saludo en el idioma de él, que sonrió complacido.
Giselle se giró hacia ella con una ceja subida, preguntándose como había sabido lo que decir en el idioma antiguo. April subió los hombros descuidadamente y movió los labios para gesticular “Savage”, que era quien la estaba enseñando.
Estaban cortando los alimentos. Bueno, más bien tratando de cortarlos, porque cuando no era uno, era el otro el que se acercaba hasta alguna de ellas para hacer algún gesto cariñoso o darles una palmadita en el trasero.
Optimus estaba sentado a la mesa de la cocina, ayudando a pelar cebollas mientras observaba asombrado todos lo hechos entre los jóvenes. -Creo que por fin los lobos solitarios han sido cazados.
Los dos hombres le echaron una mirada traviesa a Optimus, pero no pararon en sus mimos a las chicas, sin importarles su comentario.
Comieron entre risas y después del café Valiant y Giselle fueron a comprar todo lo que habían puesto en la lista.
Trajeron varias cuerdas, unos ganchos para escalar, zapatillas de escalada, comida deshidratada, cantimploras, linternas, machetes, sacos de dormir, alambres…etc. Parecía más que se iban a pasar unos días de acampada para hacer escalada que no que fuesen a penetrar en el castillo.
Cuando April se enteró realmente de lo que era Valiant se sorprendió, pero lo asimiló mas fácilmente que Giselle.
Por la noche, cuando la luna perfectamente iluminaba el exterior, partieron en el coche de Giselle hasta el lugar por donde daban a la cueva. Bajaron tres mochilas, donde metieron todo lo que habían comprado, y Optimus se acercó hasta el agujero de entrada para comprobar.
Después de un par de minutos volvió muy contento- La entrada todavía está abierta, podemos pasar al otro lado. Colgaros las mochilas y venid ya.
Valiant y Savage se giraron hacia las mujeres para despedirse acaloradamente, prometiendo volver por ellas.
Las dos mujeres esperaron un minuto antes de introducirse por la estrecha entrada. Sigilosamente pasaron a través de los maravillosos haces de luz de colores hasta la salida. Asomaron un poco la cabeza entre los matorrales y divisaron a los tres hombres que estaban quitándose la ropa, doblándola delicadamente y metiéndola cada uno en su mochila. Ya desnudos se volvieron a colocar las mochilas en la espalda.
Una espesa neblina los envolvió completamente. Para cuando se disipó, en el lugar donde habían estado los tres hombres solo había tres lobos con las mochilas colgando de sus lomos, que saltaron rápidamente sobre el camino, corriendo hasta que ya no se podían divisar.
April y Giselle se quedaron con la boca abierta.
-¿Tú has visto lo que yo? Pellízcame para ver si no estoy dormida. ¡Ay!- dijo frotandose el brazo- Giselle, ¡solo era una frase hecha!
Giselle se reía nerviosamente.- Creo que de verdad ha pasado. Después de comprobar que de verdad existía la cueva mágica, esto no tenía que extrañarnos. Todo es diferente y mágico con ellos.
De repente se acordó de que las veces que habían hecho el amor, él siempre se quedaba un rato dentro de ella. ¿Podría ser porque era en parte lobo? ¿Les pasaría lo mismo que a esos animales? Ese tipo de cosas las sabía de cuando había visto los documentales de National Geographic.
April la estaba observando- Oye Gis, si estás pensando en lo mismo que estoy pensando yo, creo que es por eso.
Las dos se miraron fijamente a los ojos, calladas por un minuto que pareció una eternidad. Finalmente, Giselle contestó- Creo que sí.
Estallaron en risas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario