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lunes, 19 de abril de 2010

Moonlight Capitulo 15

Capitulo 15

Cruzaron todo el bosque hasta quedar más o menos a kilómetro y medio. Optimus se desvió a propósito para acercarse hacia la muralla que daba al patio de entrenamiento. Lo fueron bordeando sigilosamente, tratando de no ser vistos por los guardias que vigilaban desde las torres y las almenas. Por fin llegaron a una zona que estaba bastante escondida. Entre matorrales, una pequeña trampilla se ocultaba, casi imperceptible por la cantidad de tierra que el paso del tiempo había depositado sobre ella.
-Esta entrada se hizo hace trescientos años, yo la estuve supervisando mientras los obreros la hacían.- comentó Optimus entre susurros, mientras escarbaba sobre la entrada con unas ramas- El rey Faulo quería tener un lugar por donde escapar si alguna vez éramos atacados. Nunca se ha usado, hasta ahora.
-Mi padre estaba obsesionado con la idea de que alguien se introduciría en el bosque y nos atacaría, no me extraña que mandase construirlo.- Comentó Valiant- Lo que no me cuadra es que no me dijese nada siendo su hijo.
-No le tengas rencor por eso. Ya te he dicho que esto se hizo hace trescientos años. Supongo que con el paso del tiempo se le ha olvidado. De todos modos tenemos que estarle agradecidos por tener esta idea, sin ella no tendríamos modo de entrar sin ser vistos.
Cuando la entrada estuvo abierta, se deslizaron por ella y descendieron por una escarpada escalera, ayudados de las linternas que habían comprado. Optimus estaba maravillado de ese invento, susurró que sería muy útil para cuando los candiles se quedaban sin aceite.
Poco a poco les fue llegando un olor nauseabundo acompañado del ruido de agua corriendo. Las paredes estaban hechas de piedras grises, llenas de moho por la zona más cercana al suelo y el frío casi calaba hasta los huesos. Estaban en las cloacas.
Siguieron a través del túnel subidos a uno de los bordillos laterales que marcaban por donde debían de ser conducidas las apestosas aguas. El bordillo era lo suficientemente ancho como para ir caminando tranquilamente por él.
Las voces de un par de personas les hicieron ponerse alertas. Una tenue luz bañaba una porción del cauce. La luz salía del techo por unos barrotes cruzados a modo de rejilla.
-¿Qué ha dicho Oliver del menú que diseñé hoy?
-Dice que es tan apestoso que ni las ratas estarían dispuestas a comerlo. He tenido que adular su gran paladar a la hora de degustar alimentos durante un cuarto de hora para conseguir que no me tirase la comida encima. El muy cabrón estaba empeñado en hacerlo.
-Estoy harto de tener que preparar cientos de menús para la celebración de la coronación. Ninguno le parece bien.
-Creo que la culpa de eso la tienes tú, Tobías. Te empeñas en sabotear todos los alimentos para retrasar la ceremonia de coronación.
-¿Y qué aconsejas tú? Es lo único que se me ocurrió para eso. Todavía tengo esperanzas de que Valiant regrese y ponga a ese imbécil donde se merece. Todos los que le somos fieles tratamos de sabotear a Oliver de manera disimulada para no provocar su ira. No se me olvida lo que se le ocurrió a Isobel para castigar al sastre, todavía debe de quedar algún hueso del pobre hombre colgado en la jaula que hay en la torre más alta. Isobel es una perra de cuidado.
-Ten cuidado, tienen oidos en todas partes y te podrían escuchar. Les sentí decir que como no hagas lo que te han pedido, serás presa de sus más macabras ideas para hacerte entrar en razón o buscarán un cocinero nuevo, y ya sabes lo que eso significa…
-Trataré de pasar inadvertido. Mañana no tendré más opción que preparar un menú en condiciones. Ya está todo recogido y limpio. Por favor, lleva tú la cena a la pobre Nínice y ten cuidado de que no te vean llevársela. Isobel la castigó sin cenar por algo que refirió de Valiant. Yo me voy ya a dormir, tengo los huesos molidos.
Se sintieron los pasos de los dos hombres marchándose. Savage y Optimus habían tenido que sujetar a Valiant para que no tratase de llamar al cocinero y al criado. Valiant quería saber donde estaba Nínice para ir a por ella.
Cuando por fin se calmó le destaparon la boca y él les dedicó una fiera mirada.- Ahora más que nunca debo derrotar a mi primo y a mi hermana. No les dejaré que torturen más a Nínice.
-Mi consejo es que esperes.- dijo Optimus rápidamente- Primero tenemos que reunirnos con Wolfgang para saber qué ha pasado desde que me fui.
Siguieron caminando por las cloacas hasta que llegaron a una rejilla que daba a una zona abierta, el Patio de Entrenamiento. La rejilla estaba situada al lado de los arcos que se alzaban junto a la entrada, destinada a absorber toda el agua que cayese durante las lluvias torrenciales. Los arcos formaban un ancho pasillo y recorrían un lateral completo del patio.
Valiant comprobó que no hubiese guardias patrullando por el patio. Cuando quedó satisfecho indicó a Savage que le echase una mano para levantar la rejilla y poder salir al aire libre. Nada más salir caminaron agachados sigilosamente hasta los arcos, cruzando todo el pasillo pegados a la pared. Sobrepasaron un par de puertas cerradas, eran las duchas para después del entrenamiento y el almacén de armas. La siguiente puerta daba a las dependencias del general Wolfgang. Les extrañó que no hubiese ningun guardia en la puerta. Generalmente, al rey Faulo le gustaba que su general tuviese escolta para dormir, quería que su máximo hombre de confianza se sintiese seguro en los momentos en los que era más vulnerable.
Savage pegó la oreja a la puerta, después de comprobar que no había nadie dentro se aseguró de si la puerta estaba cerrada con llave o no. Efectivamente estaba cerrada.
Valiant rebuscó en su mochila hasta que sacó un grueso alambre enrollado que habían comprado en la ferretería antes de partir al bosque. También sacó unas tenacillas, con las que cortó un par de trozos y las volvió a guardar.
Cogió los dos trozos de alambre, se acuclilló apoyando una de sus rodillas en el suelo y se dispuso a trabajar la cerradura. Por fin se oyó el clic que anunciaba que la cerradura había cedido y Valiant les dedicó una sonrisa de triunfo.
-Ahora comprendo cómo de pequeño conseguías escaparte de la habitación cuando tu padre me mandaba encerrarte como castigo.- Optimus lo decía admirado- Eres una caja de sorpresas.
-Si yo te contara…- dijo Savage entre risas.
-Vamos adentro a esperar al general. Le sorprenderá vernos después de todo.
Cerraron la puerta y esperaron pacientemente tras ella.
No tuvieron que esperar mucho. Wolfgang caminaba acompañado de Oliver. Iba deprisa, tratando de esquivar todas las palabras con las que trataba de persuadirle.
-Necesito que disuadas a tus hombres de que deserten para el desfile que quiero para mi coronación. No lo han dicho abiertamente, pero sé que tienen pensado hacerlo.
-Yo ordeno a mis hombres durante sus entrenamientos, y gracias al cielo nunca he tenido que ordenarles en una batalla que no haya sido preparada entre ellos para que gasten energías acumuladas, pero lo que ellos piensen por sí mismos no puedo evitarlo si no quiero un motín. Oliver, deberías tratar de ganarte a la guardia sin utilizar las amenazas, son buenos hombres dispuestos a todo lo necesario siempre que no estén coaccionados. Tú has entrenado con ellos, deberías saber como son sin necesidad de que te lo diga.
-Amadeus, te lo pido como último recurso. A ti te escucharán. Yo solo quiero que reine la paz en el castillo y eso sólo se consigue uniendo fuerzas. Apreciaría cualquier ayuda de tu parte.
-Si de verdad me aprecias tanto como dices, no me llamarías por mi nombre. Ni siquiera el rey Faulo me llamó Amadeus. Me trató con el respeto que conllevó ser el general al mando de sus tropas.- Wolfgang se giró hacia su puerta e introdujo la llave. Tuvo que contener un atisbo de sorpresa que amenazaba con asomar por su boca antes de girarse hacia Oliver- Mis hombres están inquietos desde el asesinato del rey. No están contentos con que te preocupes más por ocupar su lugar antes que tratar de esclarecer el asunto.- Oliver abrió la boca para contestarle pero Wolfgang no le dejó decir nada- A mí no me da miedo decírtelo, y déjame añadir que no creo que Valiant haya sido capaz de asesinar a su padre. No tengo la más remota idea de quién pudo haberlo hecho, pero estoy seguro de que él no fue. Ahora si me disculpas, quiero retirarme a descansar. Bunas noches Oliver.
Oliver se marchó indignado, tragándose las palabras que quería haber dicho y desapareció en un suspiro por el enojo que llevaba. Wolfgang había estado demorándose el la apertura de la cerradura. Cuando estuvo seguro de que Oliver ya no estaba cerca, abrió.
-Quien haya osado penetrar en mis aposentos, que asome de una vez.- Dijo Wolfgang con voz amenazadora.
Los tres hombres salieron de las sombras donde habían permanecido escondidos. Valiant dio un paso hacia la luz del candil que iluminaba la entrada.- Buenas noches, general Wolfgang.

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